La planificación es fundamental para todo estudiante universitario, sobre todo en los compases finales de la carrera. La organización del tiempo de estudio es primordial para presentarse a los exámenes en plazo y aprobarlos con nota, y estudiar para las convocatorias oficiales al tiempo que se prepara la defensa del Trabajo de Fin de Grado requiere de mucha disciplina y planificación.
Seguro que no hace falta que te digamos lo importante que es aprovechar el tiempo a estas alturas de tu trayectoria académica, pero sí podemos ayudarte a mejorar tu capacidad para elaborar horarios y agendas factibles. Sigue leyendo, en Universitarios en Apuros, te vamos a dar los mejores consejos para que sepas cómo aprovechar bien el tiempo.
Dividir la carga de trabajo desde el primer día
Seguro que te han dicho eso de que hay que estudiar al día, que así no te pegas los atracones de empollar cuando llega la hora de la verdad. La teoría es preciosa, pero la práctica es bien distinta. Trabajos, compromisos y otra serie de catastróficas desdichas pueden hacer que pasen las semanas y tú ni siquiera hayas tocado los apuntes. Con lo fácil que es aprovechar el tiempo, o al menos una parte de él, cada día para evitar este mal trago, ¿verdad?
La clave para solventar la situación está en dividir la carga de trabajo total por los días disponibles. Como sabrás cuándo finaliza el periodo de clases y cuándo empiezan los exámenes, será fundamental que empiezas a aprovechar el tiempo de estudio del que dispongas desde ya.
Además, creando una agenda y dividiendo los días por las tareas a realizar, podrás saber cómo de viable es tu planificación. Aquí entran en juego las metodologías de estudio, pero no te pongas a experimentar a las puertas del periodo de exámenes.
Focaliza tus esfuerzos y no diversifiques tareas
Cuando te estás preparando un examen, lo mejor es que tu mente esté a full con una materia en concreto. Esto te puede dar muchas ventajas en tus sesiones de biblioteca, como estudiar mucho en poco tiempo o profundizar en ciertos aspectos para relacionarlos con el contenido de la materia y despuntar a la hora de la realización del examen. ¡Hilar contenidos siempre se premia en la universidad!
Es importante que, si te planificas así, lleves una escrupulosa organización del tiempo de estudio con el fin de no descuidar otras materias. Cuando tengas que pasar de asignatura, pasa y empieza a empaparte de conocimientos. Si no sigues a rajatabla la agenda no podrás aprovechar el tiempo de estudio para prepararte el resto de asignaturas, y comprometer todo un curso por una sola asignatura no es una buena idea lo mires como lo mires.
Recarga las pilas cuando lo necesites
Parece que todavía impera la ley del mínimo descanso y del máximo rendimiento incluso en condiciones poco propicias para ello. Esto es un error. Uno de los mejores consejos para aprovechar el tiempo que te podemos dar es que hagas tus pausas cuando el cuerpo te lo pida.
No te será nada útil machacarte a estudiar si el cerebro no cuenta con la debida capacidad de absorción ni retención de nuevos conocimientos, por lo que céntrate en recuperar fuerzas y espera a sentirte preparado para continuar. ¿Cómo aprovechar bien el tiempo, si ni siquiera tienes fuerzas para mantener abiertos los ojos?
De hecho, en algunos espacios de estudio es habitual hacer descansos con frecuencia, como sucede en bibliotecas públicas o en las salas de estudio de las facultades. Con lo fácil que es aprovechar el tiempo en estos lugares, deberías tratar de parar durante diez o quince minutos por cada hora de estudio. Una proporción de 3 a 1 siempre es una opción ganadora.
Esmérate en los trabajos para repartir fuerzas en período de exámenes
Como estudiar mucho en poco tiempo es una opción que no siempre sale bien por muchos descansos que hagas, prueba con otra estrategia: esmérate en los trabajos que debes presentar antes del periodo de exámenes y saca buena nota en ellos para no tener que machacarte en el examen.
Esto te permitirá ir más relajado a la biblioteca y te será más fácil aprovechar el tiempo de estudio, ya que, en gran parte de las asignaturas de Bolonia te bastará con sacar un 4 sobre 10 para que el resto de puntuación pueda sumarse al resto de la nota y obtener el aprobado.
Uno de los mejores consejos para aprovechar el tiempo y poder dedicarle el tiempo necesario a cada asignatura sin comprometer ninguna de ellas es que elabores esquemas muy específicos para cada bloque del temario, de modo que seas capaz de desarrollar un gran texto explicando todos los procesos sin tener que aprendértelo de memoria.
Además de mucho más práctico, esto potencia la capacidad de comprensión del estudiante, aumenta la probabilidad de sintetizar grandes cantidades de información y te puede ayudar a atacar varios frentes de manera simultánea en caso de que la organización del tiempo de estudio no haya sido la óptima.
En última instancia, opta por el mal menor
Hay veces que no se puede hacer nada por remediar una situación que no hemos visto venir hasta que ya era tarde. No pasa nada, de todo se aprende. En estos casos, uno de los mejores consejos para aprovechar el tiempo que te quede es que sacrifiques aquellas asignaturas que sepas que no vayas a poder aprobar, y que te centres en las que revisten una menor dificultad.
En caso de que estés matriculado por segunda vez (o sucesivas) de alguna asignatura, prioriza esa con todas tus fuerzas para evitar tener que repagar nuevamente más matrículas. Esto hará que, ya que te ves obligado a dejar alguna materia para el curso que viene, no te suponga un coste económico excesivo de cara al curso académico que está por venir.
Pero ten en cuenta que, si esto ha ocurrido, es porque puedes mejorar tu capacidad de organización. Con el periodo de exámenes fijado en los meses de enero y junio (julio en caso de las recuperaciones), no hay excusa para no saber cómo aprovechar bien el tiempo.
Cambia tu estrategia, y en vez de preguntarte cómo estudiar mucho en poco tiempo, piensa en repartir la carga de trabajo de todo un cuatrimestre en días para agilizar la carga de trabajo, mejorar tu rendimiento y no verte abocado a una solución un tanto socorrida.
Aprovéchate de las reglas mnemotécnicas y de los esquemas para simplificar el estudio y saca partido de los lugares de estudio habilitados en las universidades. Una biblioteca te permitirá, como lugar de lectura y estudio que es, aprovechar el tiempo de mejor manera y exprimir tus capacidades para retener toda la información posible de cada materia.
Si encuentras dificultades para estudiar en casa o simplemente quieres comprobar si es cierto que en las bibliotecas se estudia mejor, aprovecha y pásate por una de ellas durante los primeros días del periodo de exámenes. Podrás ver por ti mismo si puedes mejorar tu rendimiento en una de sus salas.
A la hora de mejorar tus calificaciones, ten presente en utilizar estrategias de estudio mucho más efectivas y sustituir todos aquellos vicios por técnicas más avanzadas que requieran de un menor esfuerzo. Para que consigas mejorar en todas aquellas áreas en las que no eres un experto, contar con manuales y guías de estudios te será de gran ayuda. Trata de aprovechar su contenido y crea esquemas para relacionarlos con el resto del temario, lo que te será de gran ayuda para obtener mejores calificaciones en el expediente.