El TFG da la oportunidad a todo estudiante universitario de exhibir sus habilidades a la hora de crear un trabajo coherente, cohesionado y perfectamente estructurado para defender, tanto por escrito como ante un tribunal de expertos, un tema determinado. En función del Grado cursado podrás enfocar tu trabajo de distintas maneras y encarar el proceso de investigación de distintas formas que aporten frescura a todo lo expuesto y que te permitan alcanzar el objetivo de especializarte en un determinado tema. La investigación teórica es la más habitual, pero no la única, y desde luego, no son exclusivas de un determinado campo del saber. A continuación, te explicamos los distintos métodos de investigación para el TFG y de qué manera puedes sacarles el máximo partido para presentar un Trabajo de Fin de Grado a la altura y que deje al tribunal con la boca abierta.

Elaborar un Trabajo de Fin de Grado pone a prueba todas tus habilidades y deben dar buena fe de todo cuanto has aprendido. Y no nos referimos solamente a los conceptos teóricos, sino a la manera de crear un escrito apto para su presentación en público, con una estructura bien definida, unos contenidos que profundicen en el tema elegido, que aporten una visión crítica de la cuestión y que arrojen cierta frescura e innovación a lo expuesto por otras personalidades expertas en la materia. Un TFG no solo es un trámite para finalizar tus estudios universitarios: es la posibilidad que te da la universidad de dejar huella entre los de tu promoción.

Obviamente, estas aptitudes y habilidades para sobresalir no se adquieren de la noche a la mañana y que no seas capaz de finalizar un proyecto de fin de carrera con la máxima calificación no te hace peor estudiante. No obstante, si cuentas con lo necesario para rozar la excelencia, debes saberlo y sacarle el máximo partido al tiempo para utilizarlo en tu beneficio y elaborar un TFG que se recuerde entre los docentes que componen el departamento correspondiente.

Investigación durante el TFG: métodos, prismas y aportaciones

Si nos detenemos a pensar en las distintas maneras que existen para enfocar una investigación de un TFG y tuviéramos que enumerarlas, podríamos hablar de cuatro grandes métodos de investigación distintos para enfocar su elaboración. El primero es el más tradicional, el teórico, que implica buscar, localizar, extraer y reflejar las fuentes de información consultadas. La investigación teórica mediante revisión bibliográfica implica saber citar correctamente bajo unas normas que cada universidad puede modificar y cuya implementación debe quedar clara antes siquiera de empezar a elaborar el trabajo. Esto es especialmente importante, porque una citación errónea por parte del alumnado anula cualquier avance llevado a cabo en los contenidos y se traduce en un suspenso automático.

La investigación experimental o aplicada a través de experimentos son las más habituales en los supuestos que tratan simulacros o casos prácticos y que implican, casi siempre, recrear el proyecto citado en el propio título y propuesto por el propio equipo docente. Normalmente, la asesoría por parte del tutor es vital para llevar a buen puerto el experimento y realizarlo sin riesgos. Es la manera más habitual de encarar proyectos de fin de carrera en las carreras de ciencias y en las enfocadas a las actividades físicas.

Por su parte, las investigaciones realizadas mediante entrevistas o encuestas son las más empleadas en carreras y estudios con un fuerte componente social, donde es preciso recurrir a la estadística para reflejar datos concretos y donde el componente humano es esencial. En este sentido, carreras como psicología o ciencias de la educación se apoyan enormemente en este tipo de estudios, no solo durante la elaboración de los trabajos de fin de carrera, sino a lo largo de los cuatro años que dura el Grado.

Este tipo de investigación también es el más empleado en casos donde es necesario realizar estudios estadísticos sobre el impacto de la economía, o donde los gráficos y las representaciones visuales están a la orden del día. En caso de tener que llevar a cabo entrevistas o sea necesario extraer el testimonio concreto de una persona en particular y mostrarlo ante el tribunal, es preciso contar con su consentimiento expreso y hacerlo saber al tribunal mediante una autorización firmada o un documento adjunto que se muestre en el proyector.

Por último, la investigación llevada a cabo a través de bases de datos es la que se basa en el análisis de información cuantitativa que existe en el mercado. Es común combinarla con la investigación cualitativa, ya que ambas son complementarias y se requiere de ambas para dotar a los datos reflejados en nuestros escritos de toda una visión panorámica que tendremos que explicar ante el tribunal competente. En este caso, la investigación cuantitativa nos brinda el análisis teórico, mientras que la cualitativa proporciona el análisis de los datos recabados a lo largo de la investigación.

Asignación de metodologías por disciplinas

Como comentábamos al principio del artículo, la idea de que cada metodología de estudio e investigación es exclusiva de un bloque temático concreto es errónea, ya que acota en exceso la manera de recabar la información y limita sobremanera la capacidad de llevar a cabo un análisis crítico de la misma. Sin embargo, sí es cierto que cada disciplina cuenta con una manera más propicia de afrontar las investigaciones, y es a ella a la que deberemos recurrir para elaborar nuestro trabajo. A no ser, claro está, que nuestra metodología del TFG incluya un estudio de carácter más específico que implique la elaboración de estudios complementarios.

Vamos a utilizar de ejemplo un TFG del Grado en Historia del Arte. Por definición, Historia del Arte es una disciplina donde se estudian las corrientes artísticas, su evolución sobre las distintas civilizaciones y el impacto que tuvo en las maneras de vivir y en las corrientes de pensamiento de los pueblos que habitaron antes que nosotros. En base, es estudiar la historia desde otro punto de vista y, por tanto, es una materia propicia para abordar cualquier tipo de investigación desde un punto de vista puramente teórico.

Sin embargo, eso no significa que sea incompatible con otras metodologías de estudio. Por ejemplo, si tuviéramos que elaborar un informe sobre la evolución de la pandemia de la peste negra en Europa durante el siglo XIV y el descenso en la producción artística que conllevó esa crisis social y sanitaria de consecuencias catastróficas, la investigación puramente teórica y bibliográfica podría servirnos para sustentar algunas de las afirmaciones academicistas que decidiésemos reflejar en nuestro proyecto, pero no nos proporcionaría el punto de vista más funcional de todos. En cambio, hacer uso de la metodología de investigación a través de bases de datos nos otorgaría la posibilidad de reflejar el impacto de ese hecho histórico en concreto de una manera mucho más visual y didáctica.

En definitiva, tener la mente abierta a utilizar todos los recursos de investigación a nuestro alcance para crear un punto de vista innovador en nuestro TFG es vital si queremos destacar sobre el resto y dar al tribunal un punto de vista distinto del tema tratado, uno por el que poca gente se haya atrevido a apostar y que sea merecedora de una alta calificación por parte del equipo docente.

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